
Cuando te subes a una báscula, los números que ves no cuentan toda la historia de lo saludable que eres o de la forma física que tengas o no. Una báscula muestra el mismo peso para un atleta de 160 libras altamente entrenado que para una persona sedentaria de 160 libras. Las diferencias evidentes entre los dos no se explican solamente a través el peso. Una evaluación más precisa del cuerpo también incluye características como la masa corporal, la grasa corporal, el agua corporal y la masa ósea, o sea: los elementos que componen tu cuerpo.
Ya sea que tu próximo maratón implique correr o ver televisión por horas, entender la composición general de tu cuerpo (y no solo cuánto pesas) te dará una mejor idea de tu salud. Muchas básculas de baño incorporan funciones que pueden ayudarte con esto, y son muy útiles para monitorear los cambios en tu composición corporal a lo largo del tiempo.
El índice de masa corporal (IMC) mide el contenido de grasa corporal en relación con la estatura y el peso. Para conseguirla: Primero, multiplica tu peso (en libras) por 703. Luego, multiplica tu estatura (en pulgadas) por sí misma. Divide el primer número por el segundo. El número obtenido es tu IMC.
O más fácil: Usa nuestro calculador de IMC para conseguir una respuesta rápida.
¿En qué punto se encuentra tu IMC?
| Bajo | menos de 18.5 |
| Normal | entre 18.5 y 25 |
| Alto | más de 25 |
El IMC es simplemente una expresión de tu peso en relación con tu estatura. En sí mismo, no es una medida de tu salud o estado fisiológico. La mejor manera de usar realmente tu IMC es como herramienta de detección. Por lo general, cuanto más alto sea tu IMC, mayor es el riesgo de desarrollar una variedad de enfermedades relacionadas con el exceso de peso.
Un IMC normal se sitúa entre 18.5 y 25; una persona con un IMC entre 25 y 30 se considera con sobrepeso; y una persona con un IMC superior a 30 se considera obesa. Según el CDC, una persona se considera con bajo peso si su IMC es inferior a 18.5.
La cantidad de grasa corporal es la cantidad de grasa en el cuerpo de una persona. Es importante que el cuerpo almacene ciertos niveles de grasa para funcionar bien; sin embargo, tener demasiada o muy poca grasa corporal puede ser peligroso.
Medir y monitorear tu cantidad de grasa corporal es una forma más de controlar tu estado de salud general. Aunque tu peso sea saludable, puede que la cantidad de grasa en tu cuerpo no sea adecuada para ti. Es particularmente importante que monitorees tu grasa corporal si haces ejercicio regularmente. El ejercicio regular aumenta la masa muscular (tejido magro), lo que significa que una puede subir de peso y perder grasa al mismo tiempo.
Los métodos empleados para medir la grasa corporal son variados. Las básculas de baño digitales usan la impedancia bioeléctrica, un método indirecto de cálculo de la grasa corporal que manda corriente eléctrica muy baja en la parte inferior del cuerpo. La corriente fluye con más facilidad por el agua y los músculos que por la grasa y los huesos. Por lo tanto, midiendo la velocidad de la corriente, la báscula puede calcular la cantidad aproximada de grasa corporal usando una fórmula matemática.
El cálculo aproximado de la grasa corporal suele variar según el método usado para calcularlo. De la misma manera que distintas básculas dan pesos diferentes, sistemas de análisis de la grasa corporal distintos también pueden dar resultados diferentes. Incluso con la misma báscula, el resultado puede variar porque:
Tu cuerpo está compuesto por un 50 % a un 65 % de agua. Por lo tanto, el agua es una parte significativa de tu peso total, y una métrica importante en tu salud. Si bien es cierto que se puede bajar de peso rápidamente perdiendo agua, el porcentaje de agua en el cuerpo cambia diariamente y la pérdida no es duradera. Un cambio de media libra o más de la noche a la mañana es muy probable debido a la cantidad de agua que tu cuerpo está reteniendo; no a un cambio repentino en tu nivel de masa muscular o grasa.
Un cuerpo bien hidratado es menos propenso a retener o perder agua en exceso. La cantidad de líquido que se necesita cada día varía de una persona a otra, pero mantener un nivel saludable de hidratación es esencial para tu salud.
El nivel de hidratación (porcentaje de agua corporal) se obtiene mediante análisis de impedancia bioeléctrica, el mismo método que el usado para calcular el volumen de grasa corporal, tomando en cuenta el sexo y la edad del usuario.
Se desaconseja analizar tu nivel de hidratación inmediatamente después de hacer ejercicio, después de tomar agua o justo antes, durante o poco después de tu ciclo menstrual. Puede que el nivel de hidratación sea anormal en estos momentos.
El hueso es un tejido vivo en constante cambio. Cuando una es joven, el cuerpo produce tejido óseo nuevo más rápidamente de lo que se desgasta el tejido viejo. En la edad adulta joven, la masa ósea está en su apogeo; después de eso, la pérdida ósea comienza a ocurrir más rápidamente que el crecimiento óseo, y la masa ósea disminuye. Pero es un proceso largo y lento que puede ralentizarse aún más mediante una dieta rica en calcio y ejercicios de carga natural (es decir, ejercicios en los que se carga con el peso del cuerpo, como p. ej., caminar, correr, bailar, etc.).
La mayoría de las personas no necesitan controlar su masa ósea, pero algunos grupos (las mujeres posmenopáusicas, los hombres y las mujeres con ciertas enfermedades, así como las personas que toman medicamentos que afectan el tejido óseo) deben estar atentos a la disminución de la masa ósea. Sin embargo, el análisis de la masa ósea debe usarse solamente como guía. Esté atenta/o a las tendencias en el tiempo y comunícate con tu médico para conseguir una explicación más detallada del análisis, o en caso de pregunta o preocupación.
Una báscula de análisis corporal puede ser útil para controlar tu peso. Para conseguir datos más fiables, se recomienda medir la composición corporal a la misma hora del día y en condiciones consistentes. Usa una báscula de análisis corporal para ayudarte a permanecer motivada, pero la mejor manera de saber cómo te va es siendo consciente de cómo te queda tu ropa y cómo se siente tu cuerpo.