La población de chinches se ha disparado en los últimos años. Están en todo el país y no discriminan; infestan a todo tipo de casa. Incluso se encuentran en lugares inesperados tales como oficinas, hoteles, aviones, cines, dormitorios de universidad y tiendas de colchones (por nombrar algunos). Las chinches pueden entrar en tu casa agarradas a tu ropa, tu equipaje o artículos blandos y muebles tapizados comprados en cualquier tienda.
La horrible realidad es que incluso tus amigos pueden traer estas desagradables pestes a tu casa. Hoy en día, todos corremos el riesgo de sufrir una invasión de chinches.
Las chinches pueden alimentarse de tu sangre y de la de tu familia durante la noche, cuando menos se den cuenta. Atraídas por el calor del cuerpo, encuentran un lugar cómodo y (no hay una forma elegante de decirlo) te chupan la sangre mientras estás soñando con cosas más felices.
Algunas personas están más afectadas por las picaduras de chinches que otras. De hecho, todos los miembros de la familia pueden tener reacciones muy diferentes a estos insectos. Una persona puede no tener ninguna reacción, mientras que otras pueden tener una respuesta alérgica completa.
Los síntomas de las picaduras de chinches varían. Las picaduras de chinches pueden imitar otros tipos de picaduras de insectos y sarpullidos, y presentar desde un leve picor hasta pequeñas protuberancias en la piel, pasando por fuertes ronchas o urticaria en todo el cuerpo. La presencia de su saliva en la piel puede causar una irritación inmediata. Una reacción alérgica completa a las picaduras puede tardar días en desarrollarse.
Las chinches suelen dejar filas o grupos de picaduras; es poco probable que te haya picado una chinche si tienes una sola picadura. (Chequea si hay arañas o mosquitos alrededor).
Según el CDC las chinches no transmitan enfermedades. Sin embargo, pueden desarrollarse infecciones cutáneas en las zonas picadas y alrededor de ellas. Si no puedes dejar de rascarte, asegúrate de tener las manos limpias. Loción de calamina puede aliviar la comezón.
Las chinches son furtivas y tímidas. Durante el día suelen esconderse en las costuras de los colchones, en los pliegues de la ropa de cama, bajo las alfombras y entre las paredes. Pueden vivir prácticamente en cualquier lugar sin que nadie las vea.
Del tamaño de una semilla de manzana, de cuerpo plano y de color marrón oscuro a rojizo, las chinches adultas pueden verse a simple vista (si uno tiene la suerte de atrapar una desprevenida). Pero signos que detectan su presencia:
Las chinches no vuelan ni saltan, sino que se arrastran a sus escondites antes de que te despiertes. Y no se alimentan todos los días. Puedes despertarte con picaduras una mañana y no ver otro rastro por días. ¡Algunas chinches pueden sobrevivir 6 meses sin alimentarse! Son unos parásitos realmente tramposos.
La mejor manera de librarse de estos insectos es detectarlos a tiempo y tomarlos en serio. Si tienen la oportunidad de reproducirse, poner huevos o establecerse en un área amplia, tendrás un problema que durará meses o incluso años.
Si sospechas que tienes una infestación de chinches, llama inmediatamente a un exterminador de chinches profesional. Infórmate sobre sus métodos de exterminación y pregúntale acerca de los productos químicos y otros tratamientos que piensa usar. Investiga a fondo y actúa rápido.
Puede que tengas la suerte de detectar el problema antes de que se propague. Las chinches pueden estar solo en tu dormitorio, en el sofá, en tu equipaje o en tu ropa. Actúa de inmediato. Si no lo haces, en poco tiempo convivirás con generaciones de estas desagradables criaturas.
Las chinches no soportan las temperaturas extremos. Morirán en pocas horas cuando la temperatura supere los 118 °F (48 °C). Temperaturas iguales o inferiores a 0 °F (-18 °F) matarán a las chinches y sus huevos en aproximadamente 4 días. Cada artículo que trates debe alcanzar esas temperaturas. Pero el truco es que el cuerpo de las chinches debe alcanzar la temperatura adecuada para que se mueren.
Puede que tu congelador no llegue a 0 °F (-18 °F). Si alcanza temperaturas cercanas a los 30 °F (-1 °C), coloca la ropa y los artículos pequeños en bolsas de plástico selladas y déjalos en el congelador por 40 a 50 días para matar las chinches y sus huevos.
Otra forma eficaz de combatir las infestaciones en la ropa, la ropa de cama y la ropa blanca es lavarlas en agua caliente y secarlas a alta temperatura durante al menos 30 minutos (chequea las etiquetas para determinar si la alta temperatura es segura o no).
Obviamente, es imposible meter alfombras, colchones y muebles en el congelador o en la secadora. Pero puedes llevar las temperaturas extremas a ellos.
El vapor caliente puede penetrar en las superficies blandas, elevando la temperatura por encima de los niveles que las chinches aguantan. La mayoría de los muebles, colchones, somiers, tejidos y suelos pueden ser tratados con vapor de forma segura. Chequea las etiquetas o llama al fabricante antes de usar vapor para matar las chinches.
Para matar eficazmente a las chinches, la temperatura de la superficie debe alcanzar los 160 a 180 °F (71 a 82 °C). Mientras tratas la superficie con vapor, usa un termómetro de infrarrojos cada cuantos pies para asegurarte de mantener la temperatura a este nivel mortal. El calor penetrará en la mayoría de las superficies blandas de 3 a 5 in (7.5 a 12.5 cm) y llegará a grietas de los suelos de madera y los rodapiés de hasta 2.5 in (6.5 cm) de profundidad.
Recuerda: Solo las chinches expuestas al vapor morirán. Es probable que tengas que repetir el tratamiento varias veces en el transcurso de varios días o semanas para eliminar completamente las chinches.
Cada artículo estará húmedo después del tratamiento con vapor. Dirige ventiladores hacia cada superficie para que se sequen bien.
Después de haber tratado a vapor a fondo y repetidamente el colchón, el somier y las almohadas, considera la posibilidad de meterlos en fundas a prueba de chinches. Cualquier chinche que quede dentro de cada artículo no podrá alimentarse y acabará muriendo. También evitarás una reinfestación al proporcionar una barrera a la entrada de nuevas chinches.
Hasta hoy en día, tener una infestación de chinches en su casa es algo vergonzoso. Por alguna razón, sigue siendo un estigma a pesar de que las chinches se encuentren en los centros turísticos más prestigiosos y las casas más limpias. Las personas que viajan corren un mayor riesgo, así como las que conviven con otras personas.
A medida que la población de chinches crece (algunos dicen que la tasa de crecimiento es superior al 5000 % desde la década de 1990), aumenta la probabilidad de que estos huéspedes no invitados lleguen a tu casa. A continuación encontrarás algunos consejos para evitar una infestación a gran escala: